CADA DÍA QUE PASA LO QUIERO MÁS.
Cuando me levanto por las mañanas pienso en él más que en otra persona. Me encanta estar con él y saber que él tambíen me quiere. No puede hablar, pero no le hace falta. Sus ojos, caricias.. lo dicen todo. Hoy en día sé que quiero dedicarme a esto. A salvar vidas de perros condenados por los humanos. Que curioso, luego son los perros los que salvan vidas de personas... como hemos podido llegar a ser tan crueles y no tener ni una pizca de compasión por aquellos que nos lo dan todo. Cada vez me da más asco mi propia especie, y creo que en vez de aprender de los humanos, todos deberíamos aprender primero de los perros.
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